Parafrenia afectiva
"Clasificación de las psicosis endógenas y su etiología diferenciada"
Karl Leonhard
Editorial Polemos, Buenos Aries, 1999
ALCMEON 22, Año VIII - Vol 2 - Nº 1 - Setiembre 1997 (sitio web)
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Resumen
La parafrenia afectiva transcurre remitiendo o insidiosamente, para lo cual por lo general presenta primero un síndrome de referencia. Por otro lado se encuentran con frecuencia al comienzo y no raras veces en el correr del desarrollo posterior vacilaciones afectivas en el sentido de angustia o éxtasis. Los afectos coinciden siempre con una formación patológica de ideas. En la angustia se encuentran autorreferencias, con frecuencia también alucinaciones; en el éxtasis igualmente pseudopercepciones, pero sobre todo ideas de felicidad. Al comienzo puede ser difícil la diferenciación con una psicosis de angustia-felicidad leve, pero por lo general pronto se reconoce que las ideas delirantes y los engaños de los sentidos no derivan de la angustia y del éxtasis, sino que se hacen ilógicos. Las pseudosensaciones físicas, que en los enfermos de la psicosis de angustia-felicidad se originan esencialmente en su estado anormal, tienen con frecuencia en la parafrenia afectiva desde un principio un carácter alucinatorio en el sentido de una influencia exterior. Frecuentemente las vacilaciones afectivas están unidas a una irritabilidad que con preferencia se desarrolla a partir de la angustia. Luego encontramos un síndrome de referencia irritado que contiene más interpretaciones inamistosas del medio que angustiosas. La parafrenia afectiva puede mantenerse en ese estadío por un tiempo ilimitado. También pueden mantenerse como estadío duradero leves depresiones extásicas y crear un delirio de grandeza crónico. Con más frecuencia aun la enfermedad se modifica patológicamente en ambas direcciones, de manera que hay ideas de persecución y de grandeza al mismo tiempo. Con frecuencia se insinúa una sistematización de las ideas delirantes; en ocasiones es marcada, de manera que surge un cuadro en el sentido de la paranoia de Kraepelin.
Con frecuencia la parafrenia afectiva no se detiene en este estadío, sino que progresa. Lo ilógico, que puede insinuarse en el comienzo, aparece con una nitidez cada vez mayor en la formación delirante, de manera que por último sólo surgen formaciones fantásticas con ideas de grandeza, falsos recuerdos, falso reconocimiento de personas, ideas absurdas y percepciones engañosas en todos los ámbitos de los sentidos. Raras veces estos rasgos son simultáneamente tan marcados como en la forma sistemática de la esquizofrenia fantástica. Algunos pueden faltar, mientras que otros pasan de manera anormalmente grave a un primer plano. Lo decisivo para el diagnóstico es la conducta del afecto. Mientras que las parafrenias fantásticas del grupo sistemático no tienen una ligazón profunda con su mundo delirante - de manera que los enfermos relatan sin afecto sobre él -, en la parafrenia afectiva siempre hay un enraizamiento afectivo de las ideas delirantes. Los enfermos hablan por un lado con irritación o con orgullo. En consecuencia también en una formación absurda de ideas se mantiene el afecto paranoico. En cambio los parafrénicos afectivos pueden volverse embotados independientemente de su mundo delirante.